Las letras dicen por si solas lo que un espíritu a veces siente...

sábado, 2 de abril de 2011

De la caja de Pandora


Hace un tiempo, mirando una propaganda del gran súper clásico Boca- River, surgió una frase de la boca de mi hija Carla: fútbol=violencia.
A esto pretendí agregar algo, pero la niña-mujer, de 21 años, me detuvo diciendo: “la violencia en todas sus expresiones es lo peor.”

Meditando sobre sus palabras, asumo el razonamiento, ya que la violencia se expresa de innumerables maneras: las que a diario se observan en los canales de tv, las que se padecen en los puestos de trabajo, esto generalizando. Pero también están aquellas, propias de algunas almas, verdaderamente perversas, como gestos, miradas, palabras, silencios, mentiras, hipocresías, dudas, etc…, que apuntan directo a lo psicológico. También se puede practicar auto violencia.

Ya sabemos que no es necesario tocar a alguien para ejercer algún tipo de agresión.

Ésto produce en quien da, o recibe, un estado, continuo e irrecuperable, de guardia permanente, ya que no se logra nunca más un equilibrio de mente y cuerpo, ambos se van desgastando hasta llegar a una nada de pensamientos objetivos.

De las nombradas, hay quienes darían cátedra por diversos motivos, pero es habiéndolas padecido o ejecutado que se comprende verdaderamente la magnitud de la palabra en cuestión. 
 
Sin enciclopedias de por medio, ni libros de psiquiatría, ni psiquiatras propiamente dichos, se puede decir que aquel que agrede a un semejante está atentando contra la vida de ambos en forma directa, llevando al violento y al violentado a tomar decisiones drásticas sobre sus destinos.




2 comentarios:

Guillermo Silva dijo...

Es algo que me preocupa mucho, el crecimiento de todo tipo de violencia en nuestra sociedad. Y es que hemos dejado de lado la primera palabra que va de la mano con la vida en sociedad. El RESPETO, ya casi no existe, las personas hacen lo que se les viene en gana sin importarles como afectan a los demás.
Que nos cabe hacer? Ser ejemplo a los que nos rodean y hacer docencia si creemos que somos capaces de mostrarnos íntegros.

Un abrazo y buen fin de semana.

Laura dijo...

Trabajo en una escuela bastante céntrica, en los dos turnos y es increíble la diferencia de juegos que implementan los niños para entretenerse, entre los que se encuentran aquellos que, lamentablemente, terminan en un acto de violencia. Trabajamos el respeto como valor fundamental para una buena convivencia escolar, pero... si no tenemos ayuda desde la casa se hace muy difícil...