Las letras dicen por si solas lo que un espíritu a veces siente...

viernes, 25 de marzo de 2011

... Cuando...


 
Cuando la ciudad duerme
Se despierta mi alma, 
se despereza del abandono del día anterior
y remonta el nuevo día sin ganas…
Transita, con la vista perdida, 
el pasillo hacia el comedor 
y avanza directo a la cocina 
a desayunar su amargura…
Los silencios de la soledad 
le dan algo de sosiego, 
ese que hace tanto tiempo se fue 
y aún no regresa…
No pierde las esperanzas de que, 
como hijo pródigo, 
algún día golpee la puerta y le de un abrazo, 
arrepentido de haberla dejado, 
traspase la piel 
y se instale nuevamente en ella…
Pero aún es noche, 
el momento perfecto para que 
destile algo de la infección que guarda, 
el momento perfecto para rumiar las imágenes que, 
como fantasmas, 
sobrevuelan su presencia…
No debe perder de vista ninguna, 
no debe dejar que se escapen
Por eso las ata con nudos de culpas 
y las alimenta con trozos de inconsciencia,
las guarda en su mochila oxidada
y las acarrea cual prolongación de su existencia…
   
Quién quiere cargar con todo aquello? 
Quién puede hacerlo?
 
Sólo mi alma…